Partido en Denver que se presumía fácil y que fácil resultó. Los que se fueran a dormir, o a pasear o a tomar una cerveza, según la franja horaria de residencia, en el descanso tomaron la decisión más inteligente del domingo.
Los Broncos tenían muchísimas bajas y los Buccaneers no desperdiciaron la ocasión. El partido comenzó con “Pato” O’Connor bloqueando un punt y recuperando el balón, dejando al equipo a 10 yardas del TD. Y Brady no desaprovechó el regalo y con un pase a Godwin anotó los primeros 7 puntos.
Tras un intercambio de field goals, un gran drive de Tampa (12 jugadas, 75 yardas, 5 minutos) termina en TD de Evans, que repite después de que la defensa (de nuevo estelar) consiguiera un nuevo 3 y fuera. Curiosas estadísticas las de Mike Evans: dos recepciones, para dos yardas y dos TD.
Poco antes del descanso, Denver anota un TD dejando el marcador en 24 a 10 a nuestro favor.
El final real del partido se produce a comienzos del tercer cuarto, cuando Barrett consigue un safety al placar a Driskel en la end zone. Fue uno de los 5 que sufrió el QB de Denver, que acabó siendo sustituido después de recibir una soberana paliza.
Y a partir de ahí, la nada: Denver era incapaz de anotar en todo el segundo tiempo y Tampa solo conseguía un field goal más.
Lo mejor: Una vez más, la defensa. Soy repetitivo, ya ¿qué le vamos a hacer? Y la efectividad de Mike Evans.
Lo peor: La segunda parte del equipo en ataque.
