«Como milagro me recuperé
maldije esos años y los sepulté
el cambio me induce hacia algo mejor
Haber sepultado no implica olvidar
recuerdo esos años cada día más
Recuerdo y aprecio como los peleé»
(BDI, «Hoy que lo tengo»)
Si alguna vez me oíste en los pocos podcast en los que he participado (materia pendiente) o en los videos que hicimos, habrás visto que hago mención a mi remera negra de Tampa. Hoy voy a contar un poco de esa historia. Y mi historia.
Esa remera llegó a mí en febrero de 2013, gracias a una prima lejana que vivía en Nueva York y a la que impunemente le pedí el favor de comprármela en Amazon y yo se la pagaría cuando viniera. En ese momento sólo tenía una remera roja de Keyshawn Johnson de dudosísima calidad, que había comprado en una oferta y una remera azul de Dallas, que había sido un regalo de un amigo (no me caen particularmente mal los Cowboys, así que está bien, es una remera que uso a veces).
Esa remera tenía el «7» en honor a Jeff Garcia, el QB que nos había llevado a nuestro último partido en playoffs hacía cinco años ya, años que ya se me hacían eternos (pobre iluso). Esa camiseta me acompañó en los pocos momentos felices y los muchos momentos tristes que tuvimos desde ese 2013. También me acompañó en los movimientos personales que hice, primera en el cajón de las remeras. No fue la última camiseta que me compré, el año pasado me traje una más nueva.
Llegué a pensar que la remera me traía mala suerte. Y así se lo dije a Martín Gramática en el video que hicimos en conjunto. Pero el domingo a la noche, media hora antes del partido, cuando tenía que decidir qué camiseta ponerme para mirar el partido, mis ojos voltearon una vez más a esa remera negra. Y me la puse. Y me senté. Y en un momento pensé en sacármela. Pero aguanté. Y temblé, grité, festejé y finalmente lloré. TODO CON LA REMERA NEGRA PUESTA. Y ahí se fueron todos mis demonios, exorcizados en esa victoria enorme del domingo. Ahí se fue toda mi mala vibra, se fueron esos 18 años de sequía, se fueron todas las veces que me mordí los dedos de la bronca, las lágrimas, el sudor y la sangre. Con la remera puesta.
SALUD, CAMPEONES.
Fleder, el Padre Fundador.
PD: Un detalle que me había olvidado. El año pasado, entre tantas cosas que pasaron, me volví a mudar. Y en el momento de descartar ropa, le dije adiós a la vieja remera roja de Keyshawn Johnson. Tal vez no era la remera negra la que no me traía suerte… ¿Quién sabe, no?
Pues yo sigo teniendo la de Keyshawn Johnson, eso si, en Negro.
Me la trajeron de USA, de la que no era facil conseguirlas …
Pedi la de Mike Alsott, no la encontraron y me trajeron esta.
Bueno, al menos al siguiente año me trajeron la de W. Sapp y lo perdone todo, aunque fuese 2 tallas mayor.
Alguna vez he tenido el amago de deshacerme de alguna camiseta, pero no tengo tantas como para poder desprenderme de ellas …
Go Bucs!