El 13 de septiembre de 2020 quedará para la historia de los Bucs por ser el día en el que se disputó el primer partido de la era Brady. Partido contra los Saints, rival divisional y uno de los equipos más duros de la Liga.
El comienzo fue prometedor: la defensa solo permite 4 jugadas a Nueva Orleans y el ataque desarrolla un drive sostenido de 9 jugadas y 85 yardas culmina con una carrera de dos yardas de Tom Brady, que pone por delante a los Bucs.
Y hasta aquí llegó la ventaja en el marcador y a partir de aquí comenzaron los errores bucaneros. Ya en el segundo cuarto, tras un touchdown de Saints para empatar, un malentendido entre Brady y Evans resulta en intercepción que lleva el football hasta la yarda 35 de Tampa. En 3º y 14 Whitehead comete un pass inteference que deja a Nueva Orleans a 6 yardas y Kamara no desaprovecha la oportunidad.
Pero no acabaron aquí las desgracias, ya que tras un drive de los que le gustan a Brady, dilatado en el tiempo, ganando yardas poco a poco con la carrera y pases cortos, nos vimos obligados a patear un FG, que resulta bloqueado y que coloca a los Saints en una buena posición de campo. Afortunadamente la defensa minimizó los daños y solo concedió un FG.
Con esto, llegamos al descanso 17-7 abajo y con la sensación de que han sido nuestros errores más que los aciertos de Nueva Orleans los que nos han colocado por detrás en el marcador.
El comienzo del tercer cuarto no fue mejor: un mal lanzamiento de Brady a Justin Watson resulta en un pick six de Janoris Jenkins. Respondimos inmediatamente con un TD de O.J. y al filo de terminar el cuarto Succop redujo la desventaja a una anotación.
A poco más de 11 minutos del final del partido, Drew Brees lanza un TD, poniendo dos anotaciones de diferencia. Y a continuación, el desastre. Nueva Orleans hace un kick hacia la banda, a Mike Edwards se le va la olla y se mete donde no debe, choca con Mickens y el balón vuelve a estar en poder de los Saints que anotan un FG y ponen la distancia en 17 puntos. Un TD de Evans a menos de 3 minutos del final sin que fructificara la conversión de 2 puntos dejó el marcador en el 23-34 definitivo.
Partido agridulce porque se perdió, pero se pueden sacar muchas lecturas positivas.
Lo mejor: la defensa, que controló a Kamara y, sobre todo, a Thomas y la actuación de Tristan Wirfs que en su partido debut tuvo a raya a Cameron Jordan.
Lo peor: los errores groseros en Special Teams, las intercepciones y Donovan Smith, que estuvo horroroso.