El dominical de Alf: Mike Evans, el Bucanero Perdido en Altamar, y en la Fantasy de Oli Ketill.

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Modo pirata ON: En el vasto océano de la NFL, donde los abordajes son constantes y las estrategias cambian como el viento, hay un corsario de alto rango, inconfundible por su estatura y sus marcas de guerra en forma de tatuajes. Hablamos de Mike Evans, el bucanero que ha saqueado más yardas y touchdowns que cualquier otro que haya portado la armadura de los Bucs. Pero, ¡por las barbas de Neptuno! ¿Cómo se pierde uno a semejante gigante en el campo de batalla? Mike Evans está perdido en Altamar.

Tras el último asedio (llámese así a la derrota) contra los Broncos de Denver, donde Baker Mayfield lanzó 33 cañonazos y menos del 10% fueron en dirección de Evans, la pregunta es inevitable. De hecho, si miras su historial y descartas dos escaramuzas donde se retiró pronto por heridas, las tres balas dirigidas hacia Evans fueron las menores en sus últimos 45 abordajes, incluyendo las refriegas de playoffs.

Liam Coen y la Desaparición de Mike Evans: ¿Un Error en el Mapa del Tesoro?

“El enemigo es astuto y sabe cómo esconder sus tesoros más preciados”, dijo el navegante ofensivo, Liam Coen. “Pero nosotros debemos ser mejores piratas y seguir encontrando la forma de ponerlo al frente de la flota. Cuando lo hacemos desde el principio, todo va mejor para el capitán Evans”. (bueno, así así no lo dijo, pero recordad que estamos en modo pirata ON).

No se trata de señalar con el garfio a un culpable específico. Bueno, salvo el «A Galeras» bien merecido que nuestro querido invitado Oli Ketill nos lanzó en el último Podcast de Cañones. Aquí no estamos cazando al traidor de la tripulación. La participación de un receptor en la ofensiva depende del timonel (Mayfield), del trazador de mapas (Coen), de los vigías (línea ofensiva), de las olas enemigas (la defensa), del marcador y del propio corsario. Y todos estos factores probablemente jugaron su papel en la desaparición digna de leyendas el domingo pasado.

“Tenemos que darle más protagonismo”, dijo simplemente el capitán del navío, Todd Bowles. Porque, seamos sinceros, nos hemos malacostumbrado a que Evans siempre saque el botín más grande de la jornada.

Un Corsario Siempre Confiable

Mike Evans, un veterano de siete mares distintos (siete quarterbacks) y seis capitanes diferentes (coordinadores ofensivos), siempre ha sido el mismo pirata implacable. No es solo su récord de 10 temporadas consecutivas con más de 1.000 yardas, sino también todos esos pequeños saqueos adicionales: los touchdowns, las yardas por recepción y los primeros intentos, siempre manteniéndose en el rango de los mejores bucaneros de la liga.

Es cierto, la dependencia de la tripulación en Evans, con sus 31 inviernos ya a cuestas, ha disminuido un poco desde que Chris Godwin se unió a la flota de Tampa y los Bucs se convirtieron en contendientes regulares para el cofre del tesoro (postemporada). De 2014 a 2019, Evans promediaba 9.3 objetivos por batalla, pero eso ha caído a 7.5 desde 2020 hasta hoy.

Era de esperar que, a medida que se sumaban más opciones a la tripulación y Evans envejecía, su participación se distribuyera más. Pero lo que hemos visto en las últimas semanas definitivamente no es normal. Aunque es una muestra pequeña, Evans está promediando 40 yardas por abordaje, después de promediar más de 75 en sus primeras nueve campañas. Su promedio de yardas por recepción está en un mínimo histórico de 12.0.

Baker Mayfield y la Búsqueda del Tesoro de Evans en la NFL

Entonces, ¿qué tanto de esto es un fenómeno pasajero, y cuánto es que el navegante Coen todavía está descifrando cómo ubicar a Evans en su cartografía ofensiva?

Desde los ejercicios en la parte trasera de la taberna (a ver, es el Training Camp pero recordad, modo pirata ON), Coen habló de cómo nunca había trabajado con un verdadero receptor X —una amenaza profunda, un verdadero lobo de mar en la proa— y de cómo eso requería ajustes en su brújula táctica. Y vimos la mentalidad de Coen en la primera jugada de pase del combate contra los Broncos.

En segunda y 10 desde la yarda 25, Coen llamó una jugada diseñada para Evans. Con Denver en zona, Evans corrió hasta la marca del primer intento y luego cortó hacia afuera, dejando espacio suficiente entre el profundo P.J. Locke y el linebacker Nik Bonitto. Por un segundo, Evans estaba abierto y Mayfield, como buen cañonero, levantó el brazo listo para disparar. Pero entonces Baker bajó el balón, salió corriendo del pocket y lanzó el balón fuera. OUCH.

“Es uno de nuestros mejores hombres”, dijo Mayfield más tarde. “(Yo) tengo que hacer un buen trabajo de confiar en que ganará esos duelos”.

¿Puede Mike Evans Recuperar su Liderazgo Pirata?

El problema fue que los Bucs se quedaron tan atrás en la batalla que se vieron forzados a situaciones de pase, lo que causó problemas de protección para los vigías de la línea ofensiva. Mayfield terminó lanzando más allá de 10 yardas solo tres veces, apuntando en su lugar a Godwin y al Tight End Cade Otton un total combinado de 17 veces en pases más rápidos y de mediano alcance.

“Fue un combate extraño, ¿verdad?” dijo Coen. “En nuestra novena jugada ya íbamos perdiendo 14-0. Así que estás tratando de no abandonar el plan de asalto y simplemente empezar a disparar a lo loco. Pero luego, cuando estábamos corriendo el balón solo para una yarda o dos, bueno, ahora estamos en segunda y larga. Esas coberturas en segunda y larga no son fáciles para simplemente decir que le vamos a dar el balón a una persona. Es difícil de hacer. Así que la cobertura obviamente dicta algunas cosas”.

“Soy consciente de (la falta de balones a Evans), pero en ese momento del combate, con la forma en que iban las cosas, realmente estaba tratando de meter a Baker en ritmo. No estaba pensando en Mike Evans, o en quien sea. Estaba tratando de que nuestro cañonero se estabilizara, obtuviera algunas completaciones y tratara de calmar las aguas”.

La Clave para Revivir al Gran Corsario Mike Evans

Evans ha navegado mucho tiempo sin perder un paso, y es demasiado pronto para sugerir que estamos viendo un naufragio (si, he leído a alguno que dice este tipo de pulmonías). Y Mayfield no tuvo problemas para trabajar con Evans la temporada pasada cuando se unieron para conseguir 13 touchdowns, la mayor cantidad de toda la liga.

Entonces, ¿son dolores de crecimiento con una nueva ofensiva? (nótese el guiño al crecimiento de los niños) ¿Una tormenta pasajera en una temporada que aún está en su primer mes? ¿Una curva de aprendizaje para una línea ofensiva con dos nuevos vigías y un tackle derecho que se perdió las últimas dos semanas? Sí, sí y sí.

Cuando todo termine, Evans probablemente tendrá más de 100 targets y unas 70 recepciones. La preocupación es si los Bucs encontrarán la brújula correcta a tiempo para evitar otro resultado como el de la semana pasada. ¡A izar las velas y ajustar el rumbo, piratas! Que si no… me comeré las palabras como Marc Orriols.

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