Bueno, después de todas, absolutamente todas las informaciones que se publican, es que Thomas Edward Patrick Brady Jr, nuestro QB, el que nos guió para ganar la segunda Superbowl de la franquicia, a falta de confirmación oficial, se retira.
Quizá y seguramente no sepa cómo me debería expresar ante este señor, seguramente se escriban demasiadas cosas, pero a mí, sinceramente no me salen, aún vivo en el estado de shock de su último partido. De la magia (o potra, según se mire) de que con él en el campo, da igual una ventaja de tres touchdowns, va a hacer lo imposible por remontar, llámale flor, llámale lo que quieras, pero está ahí.
Resumir dos maravillosos años en números… Se lo dejo a otro, Alf seguro que lo hará en un libro de mil millones de páginas (como diría Steve Rogers en cierta peli: repartidores de Amazon, reuníos) quiero intentar explicarlo, se me da mal, pero tenéis que ser buenos.
Tom Brady, ¡ay Tommy! Tú y solamente tú pudiste convertir a una franquicia dónde el perder era lo habitual, el llegar a jugar un partido más de los dieciséis (ahora diecisiete) era una quimera, pero llegaste tú, y en dos años, jugamos el número veinte (y se ganó) y el número diecinueve, pero para mí, este último, lo guardaré siempre.

Porque sí, yo era de esos que me iba a ir a dormir o al menos iba a tirar la toalla, tras el aplastamiento que se nos estaba dando los Rams, el trolleo que había en las redes de que querían otro 28-3 (lo siento, fans de los Failcons, siempre estaréis presentes), pero al final se quedó en un 27-3. Lo que vino después, no sé ni yo mismo explicarlo, entre la inconsistencia de los Rams para rematar y la mística, la puta mística que rodea a Tom Brady, vale, voy a admitirlo, fué la defensa y los fallos del rival que nos pusieron en disposición de ganar.
Pero, ver la cara de McVay en la banda, la de Stafford, la de Kupp después de su fumble… Bueno, las caritas de ver que otra vez lo va a hacer, la de otra vez va a estar el cab… éste haciendo otra de sus remontadas, porque si en la banda de los Rams veías canguelo, en la de Bucs veías caras de que se podía, después recibir un señor baño, que pérdida tras pérdida de ellos, se notaba más confianza… o eso quisimos pensar nosotros.
El último partido de Tom Brady, no es para guardarlo en el recuerdo de los mejores de su carrera, la pérdida de Wirfs fue TAAAAN importante para Brady, cómo que Giselle va a influir en su decisión de retirada, es así, Wirfs fue el mejor OL sin pisar el campo. Al cono se le vieron las pocas costuras que le quedaban, Josh Wells se fue lesionado y entró… Bueno, no sé quién entró, parecían invisibles ante Donald.

Pero volvamos al último cuarto, a ese donde a Brady se le hace la magia. Hasta 3 fumbles cometieron los Rams y uno Brady (Cono, es tú culpa), pero el azar, la potra, la mística se hizo. Faltaba 1 minuto y Brady con posesión para empatar. Sabéis lo que significa, ¿no?
Bueno, pues si no lo sabéis, es que, durante veintidós años habéis visto NFL, es que tienes más posibilidades de perder o empatar e irte a la prórroga que contra otro jugador. Pero insisto, los datos, se los dejaremos a Alf.
Se olía la prórroga (no estaba Pedri en el campo, sería por eso que no hubo prórroga, perdón por el guiño del soccer) después del empate que milagrosamente se nos puso de cara para conseguirlo. Cuarenta y seis fatídicos segundos, cuarenta y seis, los que me conozcáis un poco ya sabéis mi opinión y lo que suelo decir: No hay que dejar la oportunidad a que la secundaria la cague. Y entre la confusión, y el horrendo partido de alguno de estos elementos/jugadores en esa parte del campo, dictó sentencia. Kupp sólo durante ¿cuarenta, cincuenta, sesenta? No lo sé, fueron demasiadas yardas sólo, con la única compañía de Winfield, y dichoso el destino, Matt Gay dictó sentencia con el Field Goal de la victoria de Rams.
Bueno, el mismo adjetivo de locura, se le puede dictar tanto a su (más que posible) último partido, cómo a su carrera, es una locura, pero BENDITA LOCURA. Yo siempre te lo agradeceré, ya saldrán mis compañeros a escribir cosas más serias, yo simplemente he intentado explicar cómo viví su último partido, su último partido, que sí, lo vimos con la bandera bucanera en el casco, vestido de blanco y pewter y en el Ray Jay. ¡Qué más puedo pedir cómo aficionado de los Tampa Bay Buccaneers!
Por último, pondré una pequeña frase de una canción, si se me permite el lujo.
Como un extraterrestre, se posa en el suelo
Y me ofrece regalos que trae de otros cielos.
Sí que trajiste regalos de otros cielos, sí…