El dominical de Alf: NFL Madrid Game — Crónica desde la proa: los Cañones y Football abordan Madrid

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¡Al abordaje, grumetes! El NFL Madrid Game no fue un simple partido: fue un asalto a la memoria. En este reportaje largo y sentido, cuento, con sal en la lengua y cuero en la garganta, todo lo que vivimos como tripulación acreditada de Cañones y Football: desde los entrenamientos en el Metropolitano hasta el Abordaje 2025 en Madrid Río, pasando por la Fan Zone, el clinic de flag de niños y la noche del Bernabéu que terminó en prórroga. Esta es la crónica completa, narrada en primera persona, con el carácter pirata que nos define. Este es el dominical de Alf, que ha vuelto con esta fantástica ocasión.


Primera escala: viernes en el Metropolitano — el templo rojiblanco se viste de Dolphins

El viernes arrancó en el Metropolitano —el Metropolitano de mi Atleti, como suele decir José Luis González Blanco, nuestro querido Bodeguero— y fue con él con quien hice la visita: fue su metropolitano, su templo, y lo comentó con orgullo. Llegar con el Bodeguero es siempre distinto: hay complicidad, historias y esa sensación de entrar en casa ajena como si fuera la propia.

La jornada incluyó rueda de prensa, drills y la posibilidad de ver y grabar entrenamientos. Estuvimos acreditados y, además de trabajar, nos cruzamos con caras conocidas: Pablo Escudero del Tailgate, Hugo Manero (invitado por los Dolphins), Ferrà de NFL en catalán, Tomasi y Ander (Capologist). En la pista también estuvieron Koke y Griezmann, que asistieron a actividades programadas con las mascotas y la organización; las mascotas de los equipos animaron una mañana pensada para la familia y, sobre todo, para los niños.

El Clinic y la rueda de prensa.

El clinic fue un festín para la cantera: decenas de chavales corriendo, aprendiendo a recepcionar y lanzar, probando el flag football con una intensidad adorable. Y siendo muy valientes, ya que cayó una tromba de agua en unos segundos, y los chavales seguían ahí. Hicimos varias grabaciones y una entrevista que nos marcó: hablamos con la vicepresidenta de operaciones de NFL Flag International sobre el crecimiento del flag como semilla para el futuro. Los niños no eran sólo público: eran protagonistas. Vi golpeos de los kickers, pases que se celebraron como goles, caras alucinadas cuando acertaban una recepción, y entrenadores locales y foráneos mezclados, impartiendo consejos prácticos y sonrisas.

También pudimos saludar a viejos conocidos, hoy estrellas de la televisión de NFL en España. Rubén Ibeas, mi querido prologuista de mi primer libro: «Los Bucs y la madre que los parió». Y también el siempre acertado Álvaro Rodríguez que tuvo a bien saludarnos a los chicos de Cañones y del Tailgate. Desde las gradas, también vimos una competición de Field Goals entre kickers de los Dolphins y futbolistas de la Liga.

La rueda de prensa en el Metropolitano nos dio otra perla: entrevistamos a Mike McDaniel allí —algo de lo que tuvimos oportunidad— y comprobamos que le gusta hablar, se extiende con cariño y matices. Sin embargo, cabe aclarar: la cita más sonada de McDaniel —la rueda oficial que dejaría titulares— fue el domingo en el Bernabéu. En el Metropolitano tuvimos un encuentro cercano, de charla y matices; el domingo, la entrevista formal dejó declaraciones con mayor eco mediático.

Los entrenos que nos dejaron disfrutar.

Del entrenamiento vimos el primer periodo con libertad para grabar; el segundo, con restricciones (no grabar con móvil en mano); y el tercero, para disfrutar y tomar notas. Se hicieron drills intensos, jugadas con ritmo y detalles que alimentan artículos técnicos y tertulias de podcast. De esos que lees habitualmente a los insiders. Mirar a los jugadores en acción, oler el césped, escuchar las órdenes y ver la coordinación es un privilegio periodístico: eso es deporte al desnudo.

Nos fuimos convencidos: el Metropolitano es capaz de acoger grandes eventos NFL. Las instalaciones son de primer nivel; los videomarcadores, imponentes; y el espacio exterior, perfecto para fan zones y actividades paralelas. La organización muy atenta (gracias siempre Sergio). Fue un viernes para coger material, abrazos y contactos.


Sábado: el Abordaje 2025 — la tripulación se reúne y la fiesta pirata comienza

El sábado fue nuestro día mayor: el Abordaje 2025 de Cañones y Football. Yo, Alf Colmenar —el Capitán— convoqué a la tripulación a las 11:00 en la salida de Metro de Marqués de Vadillo. No vino Rubén ni Álvaro (ellos nos acompañaron el viernes), pero sí reaparecieron Oli Ketil «Choli» y Pablo Escudero «Curu» de nuestro podcast amigo, el Tailgate / TaleGate. Y se sumaron a grumetes que solo aparecen cuando la mar llama: amigos veteranos, nuevos artilleros y el siempre presente David Polo, contramaestre desde Raymond James para la NFL, que trajo material para los sorteos. Te estamos muy agradecidos.

Teníamos dos escenarios previstos: una pradera amplia donde lanzar pases largos y practicar recepciones, y una especie de alfombra de césped artificial junto a una cafetería que acabó siendo nuestro cuartel. Optamos por el segundo debido a las intensas lluvias en las últimas horas. Sacamos dos mini balones, las chapas oficiales del Abordaje 2025 —cada grumete se llevó la suya— y desplegamos la programación: juegos, sorteos, trivia sobre la NFL (alguna pregunta leída por el mítico Choli), y sin olvidar el corn hole «casero» (versión temida y querida, low-cost made in Temu). Puedo decirlo sin rubor: la puesta en escena fue pirata y profesional a la vez.

Lo mejor, la tripulación.

Hubo más de 20 asistentes, quizá 23–25 cuando la mar quiso, ya que algunos se unieron a la comida, y la sensación fue de hermandad inmediata. Tiramos pases, hicimos drills improvisados, jugamos al cornhole con la misma seriedad con la que los atacantes miden un snap, y montamos rondas de preguntas con premios. David Polo aportó flip cards, gorros y merchandising que hicieron vibrar a la tripulación; además, uno de los momentos más entrañables fue entregar a Rose —fan declarada de los Dolphins— la media guide sacada del Metropolitano el día anterior. Hubo sonrisas, lágrimas de alegría y saltos de emoción: pequeños rituales que se disfrutan como si fuese Navidad. Y también con los más pequeños de la casa aprendiendo a jugar al corn hole, a lanzar pases o a patear.

La iniciativa benéfica y el final de la fiesta.

La lluvia quiso ajustar cuentas y, justo a la una, cayó fuerte. Menos mal, que los piratas somos previsores, por aquellas horas ya nos habíamos movido al bar Hidalgo, que nos recibió como si fuéramos corsarios ilustres. Previsores o con ganas de tener una jarra de grog en mano. Allí pudimos cerrar la mesa en L —yo en el vértice— y compartir cachopos, alitas, oreja, torreznos…. jarras y confidencias. Conversaciones sobre proyectos, análisis tácticos, risas con anécdotas viejas y nuevas, y la sensación de familia que no se fabrica: se cultiva. El Bodeguero —José Luis— lideró con mano fina en la logística del día. Fue contramaestre perfecto y generoso; yo llevaba la brújula y la palabra final en la baraja, con la que agradecí emocionado, siempre que tengo ocasión lo digo, a todos los presentes y ausentes. Esos viejos locos que comparten los jueves noche con nosotros el podcast.

Anunciamos también una iniciativa benéfica: una flip card firmada por Ronde Barber será sorteada estas navidades con fines solidarios. Esas pequeñas apuestas para el bien común nos recuerdan que este club no solo busca ruido: busca sentido.

Esa tarde también pasamos por Príncipe Pío para probar la activación Wilson: chutamos, echamos un ojo a balones conmemorativos y disfrutamos un rato de interacción con el público. En Plaza de España, la Fan Zone de los Dolphins mantenía su pulso: retos de recepción, simuladores y una mascota gigante que se llevó el corazón de los niños y la sonrisa de los mayores. A pesar del tiempo, la entrega del público fue total: la lluvia no apaga la pasión, solo la hace más verdadera. Y daba colofón a una jornada inolvidable. Algunos nos retiramos a los camarotes para descansar, dejando al resto de tripulación disfrutar de las tabernas del puerto.


Juegos, sorteos y la chapa del Abordaje — detalles que importan

No quiero que se pierda en la bruma lo que más nos mueve: los pequeños rituales. Las chapas oficiales del Abordaje 2025 se diseñaron para quedarse; llevar una de ellas fue como llevar un tatuaje de pertenencia. Los sorteos no fueron merchandising vacío: flip cards, gorros, la media guide para Rose, y prometimos la flip card firmada de Ronde Barber para una causa benéfica. Cada sorteo tenía una historia, cada premio un motivo: premiar la lealtad del público y devolver algo a la comunidad. También un grumete (que grande eres Carlos) se llevó uno de los premios gordos, un ejemplar del libro de Tom Brady de Rubén Ibeas firmado y dedicado.

Los juegos —cornhole, trivial, pases— son el pegamento social: reunían a quienes sabían de tácticas y a quienes simplemente querían reír. Hicimos rondas competitivas y otras de puro cachondeo. Esos instantes son el relato que nadie compra: se vive. Como comenté en la misiva que horas después enviaba a todos los tripulantes del Club de Cañones y Football, y a los asistentes al Abordaje 2025:

Veros disfrutar, brindar, charlar, abrazaros y crear recuerdos que huelen a sal, madera vieja y libertad fue, sencillamente, mágico. Eso es exactamente lo que perseguimos desde el primer día: momentos reales, compañía auténtica y ese aroma pirata que sólo esta hermandad sabe crear. 

A los que subieron al barco: gracias por vuestra existencia, por traer vuestra mejor versión, por contagiar esa energía que convierte un simple encuentro en un recuerdo imborrable. A pesar de la lluvia de ese maravilloso sábado, supisteis seguir con una sonrisa en la cara. 

Y a los que al final no pudieron arribar al puerto: que sepáis que vuestros nombres están escritos en mi cuaderno de bitácora, bien marcados, porque sé que tarde o temprano el viento os traerá hasta nosotros. La puerta del camarote siempre está abierta, y vuestra jarra de grog os espera.


Domingo: el Bernabéu — himnos, espectáculo y prórroga

El domingo se respiraba nervio y gloria. Quedadas previas en bares con pintxos y cervezas, abrazos con viejos conocidos y el ritual de la entrada al estadio. Que grandes esas fotos inmortalizando el momento. Entramos acreditados al Santiago Bernabéu y aquello fue una sucesión de iconos: fans de todas las camisetas, tiendas que hacían colas interminables y, por momentos, una sensación de Super Bowl en miniatura.

La ceremonia de himnos fue intensa: la UME desplegó la bandera española al son del himno nacional; antes, se hizo lo propio con la bandera estadounidense y el himno americano. Fue un gesto solemne, militar y emocionante: dos naciones en el mismo latido del estadio. El público guardó silencio respetuoso en memoria del ya fallecido comisionado de la NFL Paul Tagliabue, y luego estalló en aplausos; fue uno de esos momentos que se te quedan clavados en la memoria. La NFL aterrizaba oficialmente en España

En las gradas y en las zonas de trabajo nos encontramos con colegas y capitanes de otros barcos mediáticos: Paco Virués y su tropa de los Capologist, los Raritos del Football, Aitor Manzano, y el equipo de 100 Yardas. Me detuve largo rato con Luis Jones —conversación de las que se alargarían sin reloj — y saludé a José Antonio Ponseti, Iker Sagasti, Stéfano y los chicos de Cortina de Acero. Y otros tantos que me disculparéis por no acordarme. Colaboramos con el Tailgate para grabar escenas en la tienda del estadio; varios de nuestros clips saldrán en piezas conjuntas que esperamos publiquen pronto.

El partido, la prórroga y las ruedas de prensa con sorpresas.

No venían los mejores equipos en ese momento. Pero el partido fue disputado, físico y llegó a la prórroga: intercambios, errores que pesaron y una resolución que encendió al público. El halftime show con Daddy Yankee y Bizarrap añadió la guinda: ritmo y espectáculo en una pausa que mantuvo la energía arriba. Salir del Bernabéu fue como dejar un puerto tras la victoria: cansados, felices y ya con planes en la cabeza.

Las ruedas de prensa postpartido mostraron otra cara: jugadores ensuciados, con restos de barro y sangre en la camiseta, entrenadores agotados pero orgullosos, y charlas que revelan humanidad. Hubo un momento simpático cuando un entrenador se sentó entre la prensa para preguntar por un corredor; el gesto hizo reír y fue una muestra de cercanía que no siempre vemos en grandes eventos.

MIKE MCDANIEL:
«Talk a little bit about how well you’re coached.» // «Habla un poco sobre lo bien que te entrenan».
(Risas generales)

OLLIE GORDON II:
«I feel like I’m coached well. There might be bumps in the road, but I feel like I can talk to you about anything. We’re good.» // «Siento que me están entrenando bien. Puede que haya obstáculos en el camino, pero siento que puedo hablar contigo de cualquier cosa. Estamos bien».

Fue puro oro. Football americano sin filtros.


Sentimiento y comunidad: por qué este fin de semana nos marcó

Quiero hablar claro: ser acreditado no es solo un pase. Es una responsabilidad. Ver a los niños en los clinics, sostener una media guide en la mano de una fan emocionada, coordinar sorteos solidarios, hablar horas con colegas y volver a casa con la sensación de misión cumplida: eso es comunicación con alma y comunidad con principios.

Quedé profundamente emocionado al ver a mi tripulación reunida, porque más allá de la cobertura hay un lazo humano: personas que comparten proyectos, ilusiones y anhelos, que se ayudan, que se ilusionan. Ese calor no figura en un parte de prensa; queda en las fotos, en los audios y en las noches de charla hasta tarde. Fue un reencuentro con la esencia de por qué empezamos: por la pasión y por la familia que formamos.


Una reflexión severa y una petición formal: que cuenten con nosotros

Si hay algo que decir con rotundidad: ojalá la organización cuente más con Cañones y Football en próximas ocasiones. Hubo eventos que no pudimos cubrir y que nos hubiera encantado relatar: actividades paralelas, ruedas y charlas que se desarrollaron y no pudimos estar, no nos llegó a tiempo la misiva.

Nos gustaría estar más presentes, aportar más contenido y colaborar aun más estrechamente —somos una comunidad seria, comprometida y con capacidad de amplificar su mensaje. Pero eso sí, somos una comunidad pirata, así que ya sabéis, este barco zarpará siempre en busca de tesoros.

La NFL y España han comenzado una amistad que, si se cuida, será larga y provechosa. Madrid demostró que tiene público, infraestructura y ganas; la NFL mostró que sabe montar un evento. Nosotros, la tripulación, estamos listos para aportar: cobertura en profundidad, visión local, activaciones con significado y proyectos educativos (flag, academias, formación). Queremos nosotros y nuestra tripulación, ser parte de la historia y que nos permitan escribir capítulos más largos y completos.


Epílogo pirata: el futuro nos pertenece

El NFL Madrid Game ha sido la primera estocada de una relación que promete. Nos vamos con la sensación de haber vivido un hito: entrenamientos, Abordaje 2025, fan zones, niños en los clinics, la emoción del Bernabéu y una prórroga que explotó en celebración. Y lo más importante: volvemos con la tripulación unida, con proyectos que contar y con la certeza de que aquí comienza una amistad entre la NFL y España.

La NFL en Madrid fue un 10 de 10. España respondió. El Bernabéu rugió. Y Cañones y Football estuvo allí, en cubierta, ondeando su bandera. Pero queda una verdad que es justo decir: Nos quedamos con ganas de más. Y cuando vuelvan… Aquí estaremos.

Cañones cargados.
Velas arriba.
Tripulación lista.

Porque donde haya football… habrá piratas.

Cañones y Football. Fin del registro en el cuaderno de bitácora.


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