La semana 8 llega con aroma a pólvora. Los Tampa Bay Buccaneers se preparan para desembarcar en Nueva Orleans en lo que Todd Bowles no dudó en calificar como “una batalla sangrienta”. El técnico repasó el estado físico de su tripulación y dejó un mensaje claro: los récords se tiran por la borda cuando hay rivalidad divisional de por medio.
Vita Vea cuestionable para el duelo divisional
El gran foco está en Vita Vea, que no se entrenó el viernes y será cuestionable para el domingo ante los Saints. La línea defensiva podría resentirse si el ancla del centro no llega a tiempo, aunque Bowles se mostró confiado en los refuerzos que han ido ganando minutos en las trincheras.
Entre ellos, Elijah Roberts, a quien el entrenador elogió especialmente:
“Está entendiendo el sistema, usando mejor las manos y los pies. Es uno de los tipos más escurridizos que tenemos ahí abajo.”
El rookie ha aprovechado cada oportunidad y podría ver un aumento en su carga de trabajo, especialmente con Vea tocado y con Haason Reddick entre los cuatro descartados para el duelo.
Los otros tres jugadores fuera son Chris Godwin Jr., Bucky Irving y Luke Haggard.
La defensa, a prueba sin varios titulares
Con bajas importantes en la línea y en la ofensiva, Bowles sabe que el duelo en el Superdome será una prueba de resistencia. Sin Vea ni Reddick, la presión al quarterback rival deberá venir por vías creativas, y los jóvenes del front-7 tendrán que dar un paso adelante.
El entrenador se mostró satisfecho con el progreso de Roberts, pero también dejó entrever que la rotación será clave. Tampa necesitará contener la carrera y evitar que los Saints ganen ritmo desde el principio.
Mayfield y Bridgewater listos para el desafío
En el backfield, Josh Williams apunta a volver tras pasar por el protocolo de conmoción, mientras que Teddy Bridgewater será el quarterback suplente de Baker Mayfield.
Sobre los comentarios de su mariscal respecto a los Saints, Bowles fue claro:
“Es una rivalidad. Sabemos que va a ser una batalla, un baño de sangre. Tenemos que hacer las cosas pequeñas bien para ganar.”
Nada de confiarse por el 1-6 que arrastran los de Nueva Orleans. Como recordó el propio entrenador:
“Los récords se tiran por la ventana en cada partido.”
Calendario exigente, pero sin excusas
Con un día menos de preparación tras el Monday Night y otro viaje lejos de casa, Bowles reconoció que el calendario pesa, pero lo comparó con humor:
“Nos afecta a los entrenadores, pero es mejor que jugar en jueves.”
Así, Tampa Bay viaja al Superdome sabiendo que no hay margen de error. La defensa tendrá que apretar sin varios titulares, y Mayfield deberá liderar con cabeza fría y sable afilado.
La guerra divisional está servida, y los Bucs quieren salir con el botín completo.
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