La vida pirata es una vida de sabores. Algunos muy ácidos, otros muy dulces. Estamos curtidos en mil y una batallas, con muchas magulladuras en nuestra piel. Y si aprendes algo en tanta batalla, es que los malos a veces no son tan malos, y los buenos no siempre son buenos. En la vida, no sólo hay que saber levantarse tras perder. Hay que saber tener los pies en el suelo cuando toca ganar. El Sunday Night Este último Sunday Night han salido a relucir muchas cosas, y es bueno ponerlas en relieve,…
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